Las excavaciones en zonas urbanas son un reto constante para las empresas que las llevan a cabo, tanto en construcción de infraestructuras como en edificación.
Hoy en día es habitual ver proyectos de soterramiento de vías de tren y carreteras cuando tienen que atravesar núcleos urbanos. Esto requiere de excavaciones profundas y de gran envergadura con altas necesidades de producción. Igualmente en el proceso de construcción de edificios en las grandes ciudades se ha buscado siempre la optimización del espacio. Los edificios y las técnicas de construcción intentan aprovechar al máximo los terrenos profundizando más sus excavaciones. Durante este proceso cabe la posibilidad de encontrar roca de diferentes características de dureza y ripabilidad. Los medios mecánicos suelen solucionar bien la excavación de las mismas en la mayoría de los casos, pero algunas veces aparecen materiales de dureza extrema.
Cuando se habla de explosivos, se suele relacionar con zonas mineras y alejadas de las zonas urbanas, pero es en este tipo de excavaciones donde los explosivos pueden llegar a ser muy ventajosos con respecto a los medios mecánicos.
Nuestra empresa, OSEBE S.A. empezó hace ya unos años a realizar voladuras controladas en entornos urbanos. Entre 1990-1992 la empresa realizó la excavación de una parte de la ronda de dalt en Barcelona mediante la utilización de explosivos.
Los aspectos más determinantes a tener en cuenta son los que afectan a las personas y estructuras que rodean la excavación. No es posible excavar con explosivos a distancias muy cercanas a edificios, pero si poder acercarse bastante. Para ello es esencial la realización de un proyecto de explosivos completo que determine las cargas necesarias para romper la roca y que la vibración producida no dañe ninguna estructura colindante. Considerando que los explosivos tienen una potencia muy elevada, el parámetro de las proyecciones es determinante. En una cantera, una pequeña proyección no será normalmente un problema, pero en un entorno urbano una pequeña piedra puede hace mucho daño. Por ese motivo OSEBE S.A., ya en la excavación de la ronda de dalt, construyó unas protecciones que sirven para reducir al máximo el riesgo de proyecciones. Éstas se colocan encima de la zona a volar y retienen todo el material para evitar que salga ninguna proyección.
El control de las vibraciones producidas requiere de herramientas de toma de datos muy precisas y de personal experimentado para el análisis de los registros. OSEBE S.A. dispone de varios equipos de sismógrafos para poder obtener al mayor número de datos en cada voladura y así poder controlar y corregir las cargas de las siguientes a realizar.
Las ventajas de la excavación mediante explosivos en entornos urbanos son las siguientes:
- Capacidad de rotura de rocas de extrema dureza.
- Aumento de capacidad de producción en la excavación.
- Reducción de tiempos de excavación en los proyectos.
- Reducción de las molestias comparado con los equipos de martillo hidráulico.
Para poder excavar las zonas más cercanas a las viviendas, este método requiere de la combinación con el cemento expansivo. Cuando la cercanía de los edificios es grande permite poder llegar a todas las zonas de la excavación sin utilizar martillos hidráulicos.
Para la realización de estos trabajos se utilizan equipos de perforación hidráulicos con captador de polvo y silenciadores en los martillos que reducen al máximo las molestias generadas en este tipo de proyectos.
Tal y como se ha comentado, la empresa OSEBE S.A. cuenta con una enorme experiencia realizando este tipo de obras. Después de realizar la excavación de la ronda de dalt en la zona del monasterio de Pedrales, la empresa también ejecutó el soterramiento de las vías de tren en la zona de Vic y una excavación de gran envergadura para el soterramiento de una carretera en Mont-ras, Girona.
En los últimos años la empresa OSEBE.S.A. ha realizado dos proyectos utilizando este método de trabajo, los dos en Barcelona. El primero se realizó el año 2017 en la Avenida Pearson ejecutando primero la cimentación mediante micropilotes de la estructura y posteriormente la excavación mediante voladuras y cemento expansivo. El segundo se llevó a cabo en 2018 en la zona de Sarrià-Sant Gervasi excavando un nivel de parquin subterráneo mediante la utilización de explosivos.