La técnica de voladura, es un método empleado para fracturar o fragmentar la roca, el suelo duro, el hormigón o de desprender algún elemento metálico mediante el empleo de explosivos. Estas explosiones se realizan para lograr un objetivo predeterminado, pueden ser controladas, o no, y pueden ser a cielo abierto, en galerías, túneles o bajo el agua. Se basa en la rotura de elementos críticos de la estructura para que produzcan el desequilibrio de la misma y como consecuencia su caída en una dirección predeterminada.
Los trabajadores del sector de las obras públicas recurren frecuentemente a la voladura y, por consiguiente, a los explosivos en numerosas obras de explanación, de tipo excavación de túneles, realización de líneas de alta velocidad o de trazados de autopistas, acondicionamiento de pistas de esquí, securización de carreteras, realización de plataformas para edificios, etc. Esto gracias a que el uso de los explosivos industriales en determinadas fases de la construcción de las obras públicas, o en edificación, constituye una herramienta irreemplazable para su economía y eficacia. Las técnicas modernas han alcanzado niveles de definición que garantizan la eficacia del uso de explosivos en aplicaciones muy diversas, la técnica de voladura permite en situaciones a menudo complicadas, ofrecer un resultado económicamente más interesante que el resultado llevado con los diferentes medios mecánicos existentes en el mercado.
Previo a la realización de una demolición por voladura controlada se deberá elaborar el correspondiente proyecto de demolición que contemple pormenorizadamente las actividades detalles técnicos de los trabajos y que nos permita la obtención de la correspondiente Autorización Administrativa.
Una vez obtenida la autorización para el Uso y Consumo de explosivos se darán inicio a los trabajos necesarios para la correcta consecución de la demolición por voladura. En primer lugar, se procederá a demoler por medios manuales o mecánicos las partes del edifico objeto de la voladura de las edificaciones colindantes, de manera que cuando se produzca el vuelco no sean arrastradas o afectadas partes de colindantes no deseadas.
Luego se procederá a retirar los elementos que pueden ser proyectados durante el vuelco de la estructura tales como equipos de refrigeración, maquinaria en cubierta, antenas, carpinterías de fachadas, vidrios. En esta misma fase de ejecución se demolerán los cuerpos rígidos de la estructura, tales como núcleos de escalera y ascensores, estas zonas de las edificaciones de no ser eliminadas pueden ocasionar giros no deseados de la estructura durante su vuelco, de forma que la caída se desvíe de la dirección proyectada.
Una vez establecida la dirección de la caída más adecuada en función de las características de la edificación y el entorno próximo, se procederá a la perforación de los elementos estructurales donde se aplicarán las cargas explosivas formando la denominada cuña de rotura.
La cuña de rotura es la sección de los elementos estructurales de la construcción que debemos eliminar para conseguir que el centro de masas de la edificación se desplace de su posición de equilibrio y provoque el vuelco del conjunto. La sección más abierta de la cuña de rotura coincidirá con la dirección hacia la que debemos dirigir la caída de la construcción, mientras que en la parte opuesta se encontrará el eje de abatimiento.
En el caso de edificios formados por estructuras de pilares y vigas, la cuña de rotura nos indicará la altura que debemos romper en cada uno de los pilares de la estructura; con este fin se realizarán barrenos en la sección marcada para posteriormente alojar en ellos el explosivo.
Seguidamente, se establecerá la secuencia de disparo de manera que la rotura del material a volar progrese desde la zona de cuele o sección más abierta de la cuña de rotura hasta el eje de abatimiento, de esta forma se incrementa el efecto de giro sobre el eje de caída. La secuencia de disparo se consigue mediante el uso de detonadores de micro-retardo, situando los de tiempos de retardo de los mismos en progresión según la secuencia de disparo.
Para producir la rotura de los elementos estructurales considerados como críticos se aplican pequeñas cargas explosivas situadas en barrenos perforados a lo largo del elemento estructural a romper, luego, una secuencia adecuada del orden de detonación de las cargas contribuirá a la caída de la edificación en la dirección seleccionada. Este sistema de demolición es de aplicación principalmente a estructuras esbeltas construidas mediante estructura pilares, vigas o muros de hormigón armado o edificios cuya estructura ha sido construida mediante muros de carga de fábrica de ladrillo.
Finalmente, se deberán instalar los elementos de protección contra las proyecciones que deben cumplir una doble función, permitir la salida de los gases de la voladura y retener los fragmentos que puedan ser proyectados. Para este cometido, se instalarán mallas galvanizadas y lonas que recubran los elementos a volar.
Para poder lograr un óptimo resultado con la aplicación de esta técnica de demolición se debe tener un conocimiento detallado de la estructura del edificio a demoler, de manera que se conozca en detalle aquellos elementos estructurales donde se aplicarán las cargas explosivas y la consecuencia de su rotura sobre el conjunto de la edificación. Al mismo tiempo se debe estudiar el entorno cercano de la zona de obras para controlar las posibles consecuencias de la aplicación de esta técnica y tomar las medidas preventivas adecuadas de manera que se minimice las posibles afecciones a edificios, infraestructuras o servicios próximos.
Voladuras en banco: las voladuras ejecutadas en bancos pueden considerarse como las más usuales y se pueden definir las voladuras realizadas con barrenos normalmente verticales en una o en varias hileras, con salida hacia una cara libre.
Voladuras de recorte: es un método especial de voladura que tiene como objeto proteger la superficie de roca remanente alrededor de la voladura no solo se trata de obtener una superficie lisa, sino también de proteger la roca del agrietamiento, pues la eliminación de las fisuras lleva consigo muchas ventajas.
Voladuras controladas: se refiere especialmente a las que se efectúan en zonas edificadas, instalaciones y servicios circundantes. En los últimos años se han incrementado los trabajos de voladuras controladas en zonas edificadas, en la construcción de ferrocarriles subterráneos, tráfico automovilístico, drenajes, y medios de comunicación como cables telefónicos y de energía eléctrica.
Voladuras subterráneas o de interior: se realizan para el arranque de rocas en explotaciones en obras públicas o cualquier trabajo subterráneo. La rotura de la roca ha de conseguirse creando primero una cara libre o cuele, seguido de la voladura principal.